Día chillón.
Un día chillón es cosa aparte. No puede compararse con un día de perros, ni con uno de cielo gris, ni con uno nostálgico o uno depresivo. El 'chillón' es un día menos que todos estos. Es uno en el que simplemente se empieza a llorar, sin poder parar, por cosas no más importantes que pequeñeces agrandadas, causas de lucha repentinas, horas desperdiciadas, sensibilidades pendejas y antojos sin satisfacer.
Es un día en el que simplemente todo nos queda grande y sabemos que, por más que lo intentemos, no hay nada que hacer.
Es un día en el que simplemente todo nos queda grande y sabemos que, por más que lo intentemos, no hay nada que hacer.
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