El espectáculo es noticia

Si bien resultan tan tristes como inaceptables los resultados de la violencia, resulta peor la forma como los medios abordan "la noticia". Ya mucho se ha criticado el morbo del periodismo al "sonsacar" información de los dolientes en cualquier tragedia.

Sin embargo, una vez más sucedió. El asesinato de un pequeño de 11 meses en un municipio de Colombia por parte de su padre, se convirtió en todo un show en especial por parte de los medios televisivos. Sin una muestra de respeto por el sentimiento ajeno, las cámaras se empeñaron en mostrar la casa de la familia, cada paso que los integrantes daban, el reconocimiento del cadáver por parte de su tía y el doloroso malestar de la madre durante todo el proceso hasta terminar en su desmayo en el cementerio.

En ningún lugar hubo paz para el niño y su familia. Durante toda la odisea los camarógrafos batallaron para cubrir las caras de dolor, los gritos de angustia de los cientos de mujeres entendiblemente afectadas por una noticia que toca su condición de madre y los avisos de todo un pueblo tan triste como curioso que decidió conocer la noticia en vivo y en directo ocupando el espacio que les correspondía a los más cercanos al menor.

Aunque el hecho en sí mismo es tan increíble como doloroso y a todos los que nos enteramos nos afectó, igual hubiera bastado con un resumen más informativo y menos gráfico que le diera a la mamá y a los abuelos la posibilidad de sentir el dolor del momento sin las interrupciones de un grupo de periodistas vestidos de luto, para quienes este caso les brindó una investigación más fácil de vender que cubrir las crueles y escondidas verdades políticas que están acabando el país.

La pregunta que queda en el aire es, ¿por qué no tiene el mismo cubrimiento los otros cientos de casos de niños que han muerto en condiciones similares?, ¿qué pasa con los tantos asesinatos ejercidos durante años por grupos armados contra los menores?

Definitivamente fue tarea más sencilla entrar en la vida de una familia dopada por el dolor y convertir su historia en una novela que duró toda la semana y en la que hasta los políticos de todo tipo tuvieron participación para armar los propios debates que quizá hubieran podido haber empezado hace mucho tiempo atrás. Pensar en la pena de muerte y en la cadena perpetua era un ejercicio de reflexión que pudo haber tenido punto de partida después de los muchos resultados que han dejado guerrilla y los paramilitares.

Falta ver cuál será el tema que nos mantendrá entretenidos esta semana, nos nublará los ojos ante otras realidades y les seguirá llenando los bolsillos de dinero a los medios de comunicación. Por ahora vámonos preparando para las delicias del reinado de belleza que ya está por empezar!

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