Cuanto más ladrón, más simpático

Habrá más de uno con ganas de sumarse a la fila de aburridos con los corruptos, con las consecuencias que sus actos dejan año tras año y hasta con el desgastado término "corrupción" que con frescura se ubica cada día justo al lado de los nombres de nuestros gobernantes o "padres de la patria", como si ese fuera el lugar al que por naturaleza perteneciera.

En muchos países de Latinoamérica ya pasamos del nivel de desesperación al de angustia por el estancamiento que la corrupción deja en muchos países, por el aumento de los niveles de pobreza (causa principal de la muerte fulminante de sueños), porque vemos cómo pocos ricos son cada vez más ricos y por la poca posibilidad que tienen nuestras naciones de entrar en ese río de la educación que nos desemboca en el anhelado desarrollo.

Cidinha Campos es una diputada en Río de Janeiro que se cansó, que no pudo más, que ya no sabe cómo sacudir a sus colegas de los casos de corrupción que les pasan frente a sus ojos. Hastiada de tantas injusticias y desesperada porque sus palabras no se queden en el vacío, la diputada habla con fuerza:

“La corrupción ya está en el ADN de las personas, no en la justicia (...). Cuanto más ladrón, más querido, más simpático, más votado”.

Necesitamos muchas Cidinhas en estos tiempos en que las cosas parecen no tener avances muy prometedores.

Aquí queda el vídeo con su IMPRESIONANTE intervención (En portugues con subtítulos en español):